Llamé al timbre de la casa de Melanie a primera hora de la tarde. Había salido de allí agobiada y aburrida, y me había orientado hacía el único lugar donde me acordaba por donde ir; A casa de Melanie.
-¿Quién es? –Dijo la voz de Alice al otro lado de la puerta.
-Alice, soy yo.
-¿Mamá?
-¡No! –Reí. –Soy Cady
-Ah Cady. –Está vez rió ella y me abrió la puerta. –Entra, Harry ha venido a por nosotras.
-¿El solo?
-Si, dice que vamos a ir a casa de Doug. –Me condujo hasta el salón, donde encontré a Mel conversando con Harold. –Por fin ha venido.
-¡Ya era hora! –Dijo Melanie levantando los brazos. -¿Dónde estabas?
-¿Yo? En casa. Y he venido a primera hora de la tarde. Por cierto. –Me giré a ver a Harry. –Danny estaba en mi casa.
-¿Y que hacía allí? –Preguntó Melanie confundida.
-Jack le invitó a una fiesta que celebró ayer por la noche en su casa. –Se adelantó el corpulento a explicar. –Danny irá ahora a casa de Dougie.
-¿Pero no habíamos quedado en mi casa, ahora que pienso?
-Sí, pero Doug insistió en que fuéramos a su casa, y a Tom no le apetecía mucho venir, así que me dijo la dirección y he venido yo a llevaros.
-Que responsable… -Dije con un brillo de admiración en mis ojos. –Todo lo contrario de Dougie o Danny.
El rió. Todos nos dirigimos fuera, y subimos a un gran coche negro. Fui corriendo la primera de todas hacía el, y, una vez Harry abrió las puertas, me desalmé para poder ir delante. Puse el pestillo mientras Melanie me gritaba a través de la ventanilla.
Acabó cansándose de gritar y optó por subir a los asientos traseros mientras refunfuñaba. Me giré hacía ella enseñándole una sonrisa malota, a lo que ella intentó contestarme dándome una colleja, pero lo logré esquivarlo.
-Melanie, no te estás quieta. –Dijo Alice cogiéndola de las manos para que parara de tocar todo. Ella le miró con ojos de cordero.
-Es que me aburro, y la monstruo de Cady –Me dio una patada al asiento. Harry se quejó. –no me a dejado sentarme delante.
…
-¿Dougie vive lejos? –Preguntó Melanie golpeando mi asiento y mirando a Harry.
-Vive aquí mismo y, -Él se giró para verla. –deja de golpear el asiento de Cady, enserio, sufro mucho.
La castaña rió. Nada más el auto de Harry aparcó delante de una casa pintada con un amarillo claro, Melanie fue la primera en abrir la puerta y salir corriendo hacía la puerta. Los demás nos levantamos con más pereza y seguimos los pasos de Mel.
Cuando la puerta se abrió, apareció un sonriente Tom mostrando su hoyuelo. Melanie pasó por debajo de su codo y corrió hasta dentro, donde comenzó a ir de lugar en lugar en la casa abriendo todas las puertas.
-¿Mel? ¿Qué haces? –Preguntó Doug viéndola pasar por delante suya a la velocidad de la luz.
-¡Me meo! –Corrió hacía Dougie en aquel momento. –Donde está el baño.
-Es aquella puerta. –Señaló el rubio a una puerta un poco más lejos y carcajeando. Ella volvió a correr y se encerró allí. –No para.
-Acostúmbrate. –Dije yo entrando a la casa y asomándome por una puerta donde había cierta gente.
Reconocí a Danny, quien estaba sentado con cuatro chicas más. Una de ellas se levantó del sofá. Era castaña y tenía unos bonitos rulos. Parecía amable. Había otra rubia de ojos marrones sentada, de la cual ya había visto su cara en otro lugar. Conversaba con una morena de piel sentada en el sofá de enfrente. La última era otra castaña de pelo liso que parecía haber estado hablando dos segundos antes con la otra castaña de pintas amables.
-Bueno, ya que nadie hace los honores, lo haré yo. –Dijo Harry entrando a la sala y poniéndose al lado de Doug. –Presentaciones.
Se oyó el ruido de una cisterna de donde había entrado Melanie. Todos miramos hacía esa dirección, mientras la puerta se abría y aparecía una Melanie cabizbaja. Cuando levantó la cabeza, dio un saltito hacía atrás al ver todas aquellas miradas.
-¿Por qué me miran así?
Todos rieron. Melanie tenía esa faceta de chica divertida pero inmadura.
-Nada, ven aquí Mel. –Pidió Harry mientras ella se acercaba. –Bueno, os presento a Melanie. –La castaña de rulos se acercó a ella a estrecharle la mano. –Ella es Giovanna. –Luego vine yo. –Y esta Cady.
-Encantada. –Dijo Giovanna con una bonita sonrisa en la boca. Me iba a caer bien.
-Y bueno, aquella son Pixie, -Dijo señalando a la rubia de ojos castaños. Me lanzó una sonrisa. –Frankie, -Señaló a la morena y esta se levantó tan solo del sofá. –y por último, Izzy, mi novia. –Anunció feliz mientras la castaña que faltaba se acercaba a mí.
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