viernes, 10 de febrero de 2012

capitulo 32

-¿En qué piensas, Cady? –Dijo Harry, carcajeando aún después de echarse unas risas junto a Daisy. Había anochecido ya y salido del bar a dar una vuelta. Un aire frío y húmedo me recorría la piel.
-Tengo miedo por las Mcflyers. –Dije yo con cara de pánico. Estos volvieron a reír.
-No te van a hacer nada, por Dios. –Me intentó tranquilizar Harry, acariciándome la espalda. –Lo de Frankie era porque a muchas chicas les caía directamente mal, por The Saturdays o no sé.

Suspiré y seguí caminando. Daisy había resultado ser una chica bastante divertida, algo tímida, pero muy extrovertida una vez cogía confianza. Caminábamos sin rumbo, matando las horas para no tener que volver a casa. Me quedé pensando. Era un típico sábado, y los sábados los chicos jamás se quedaban encerrados en casa. Alcé la cabeza para ver a Harry, quien este volvía a carcajear junto a Daisy.

-Harry, ¿está noche que haréis?
-Oh, es cierto. Hoy es el típico Saturday night. –Sonrió con picardía, mientras pensaba. No tardó en contestarme. –Me parece que esta noche iremos a la feria, os vendréis todas. –Miró a Daisy, sonriente. -¿Te apetece venirte tu también?
-No, gracias, me parece que yo ahí no pinto nada. –Dijo intentado sonreír, pero se le notaba la incomodidad al haberle preguntado aquello.
-Claro que pintas, además, no es nada formal ni por el estilo. Solamente vamos unos cuantos amigos a la feria.
-Pero iréis en pareja supongo, y no creo que nadie se vaya a sentir muy cómodo conmigo ahí.
-¿En pareja? –Harold volvió a carcajear. –Iremos nosotros cuatro de nuestro grupo, nuestras novias, y se vienen unos tres amigos más.
-¿Quiénes? –Pregunté yo, sin saber.
-James, Matt y Charlie. –No cambié mi cara de póker. –También tienen un grupo llamado Busted.
-Pues para ser sincera, no tengo nada mejor que hacer que ver capítulos repetidos de series mientras te comes lo primero que encuentras en el armario. –Se encogió de hombros. –Está bien, voy si no molesto.


-¿Dónde os habíais metido? –Preguntó primera Alice, reuniéndonos en la entrada de la feria. Le acompañaban las chicas y chicos.
-Nos hemos traído a una amiga. –Dije yo sonriente. –Mirad, esta es Daisy. –Dije yo, mientras todos parecían ponerse en fila india para saludar. – Y estos son Alice, Melanie, Danny, Doug, Izzy, Tom… -Me quedé a mitad nombres, mientras un chico quien me recordaba un tanto a Danny, se ponía enfrente nuestra.
-…James, Charlie y Will. –Acabó de presentar Harry, mientras yo me daba la mano con estos tres últimos.
-Muy bien. Ahora que ya nos hemos preparado todos, -Dijo Danny frotándose las manos, mientras sonreía con picardia. - ¿podemos irnos ya a divertirnos?
-Adelante, corre. –Dijo Tom, mostrándole paso con la mano.

Danny, Charlie, James, Doug y Melanie echaron a correr como fieras, mientras los otros más maduros, tomamos paso lento, mirándolo las atracciones con más detalle.


La castaña con mechas se paró enfrente de una de estas. Se trataba de tipo una araña, la cual tenía varios brazos, donde había cubiletes de dos personas para que la gente se pusiera ahí y esto comenzara a dar vueltas y vueltas. Se quedó mirando la atracción, deseando montar, pero le faltaba acompañante. Suspiró y dio un paso hacía atrás, pero chocó de espaldas contra alguien.

-¿No subes? –Preguntó el corpulento de la cresta a la chica.
-Me falta acompañante. –Contestó esta sin mirar al batería.
-Te acompaño.



-Dios… creo que voy a vomitar. –Dijo Daisy una vez bajó de la atracción, con pelos de loca, mientras corría hacia los pocos árboles que había, apartados de toda la gente.

Una vez echó todo lo que llevaba dentro, Harry se acercó a ella, mientras la cogía por el hombro. Daisy ocultaba su rostro, debido al pelo caído.

-¿Te encuentras bien?
-Sí, estoy mucho mejor. –Contestó ella, dejando mostrar su cara y poniéndose recta. –No me vuelvo a subir a ninguna atracción más.

El batería carcajeó. La cogió por la cintura, intentando que se le quitara el color verde de la cara. Ella sonrió para si misma, y echó a andar hacía la muchedumbre. Apenas conocía desde hacía unas cuantas horas a Harry, pero le era suficiente para tener claro que allí iba a comenzar una gran amistad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario