-¡Tsss, Cady despierta! –Oí, y pocos segundos antes de abrir los ojos, mi cara se mojó de un segundo a otro. -¡Por fin!
-¿Melanie? –Dije al incorporarme. Miré a mi lado. Alice no estaba allí. -¿Qué haces aquí?
-He venido a despertarte. –Levanté una ceja. Ella quería algo. –Está bien… quería contarte lo que pasó anoche cuando fuiste a orinar.
Mi pecho cayó en abismo de nuevo. Pensé lo peor, mientras mis pupilas observaban a la castaña radiante de felicidad. No quería oír aquello que me iba a contar, pero la curiosidad me mataba. Intenté sonreír, y al parecer lo conseguí cuando Mel se sentó delante mía, preparada para detallármelo todo.
…
-...y bueno, me besó.
-¿Qué te besó? –Un pinchazo agudo me recorrió todo el cuerpo.
-¡Sí! –Dijo más feliz que nunca, dando pequeños aplausos. -¿No es maravilloso?
Mi cara era todo un poema. ¡Sabía que no tenía que haberme ido, lo sabía! Por haberles dejado solo, Danny la había besado… pero, ¿Por qué no me alegraba por mi amiga? ¿Acaso estaba celosa? No, no podía ser… a mi no me había llegado a gustar Danny en ningún momento, y no iba a comenzar a hacerlo porque una noche me hubiera enseñado una canción que estaba escribiendo… era algo ridículo.
-¿Cady? ¿Estás ahí? –Preguntó ella viendo que no contestaba, pasando una mano por delante de mis ojos.
-¿Eh? A, sí. Estaba pensando.
-¿En qué? –No contesté. No tenía escusa. -¿En que pensabas, Cady? –Me sonrió.
-Pues… sí ayer Danny te beso, ¿quedáis como algo?
-No lo sé, la verdad. –Se encogió de hombros, mirando al suelo, hasta que me volvió a mirar, sonriente. -¡Voy a preguntárselo! –Y con toda la alegría del mundo, salió de mi tienda.
Suspiré. Para que decía nada. Me levanté de mi sitio y cogí la ropa que me pondría hoy… sabía que no sería el mejor día de mi vida.
…
La castaña, emocionada como nunca, salió de la tienda, y mirando a su entorno, intentó buscar al pecoso. Allí no estaba. Vio no muy lejos de allí, como Harry cogía madera para encender un fuego. Corrió todo lo deprisa que pudo hacía y el. El batería la vio acercarse a el con cara de loca, y, temiendo que le atacara o algo, se apartó en el último momento. Melanie tambaleó al intentar frenar, y no pudo evitar caerse de culo sobre la tierra, ensuciándose entera.
-¡Melanie! ¿Pero que demonios hacías? –Preguntó el riendo mientras la ayudaba a levantarse.
-Venía a preguntarte algo.
-Pues haber venido un poco más despacio, creía que me ibas a golpear o algo.
-¡Qué va! –Ella rió. -¿Sabes donde está Danny?
El castaño de la cresta levantó una ceja. Ella le miró con impaciencia, esperando una respuesta rápida. Harold parecía tener los labios sellados.
-Duermo con Danny. Ya me ha contado lo que pasó anoche.
-¿Y dónde está? –Preguntó ella, pasando del chico. Harry suspiró.
-Se ha ido por ahí, haber si encontraba algo de fruta o cualquier cosa. –La castaña se preparaba para comenzar a correr de nuevo. –Mel, mejor que te esperes aquí.
La chica pasó de su comentario. Dándole la espalda al corpulento, volvió a correr todo lo deprisa que pudo, sin saber donde iba. Solamente tenía en la mente poder encontrar a Danny.
…
Salí por fin de mi tienda. Me desperecé, sintiendo el frío aire de aquel día. Estaba nublado. Caminé hasta donde estaba Harry. Izzy y Alice hablaban a la otra punta, mientras que Tom parecía concentrado en algo que tenía en las manos.
-¿Tú también vienes a preguntarme donde está Danny? –Yo levanté una ceja. - Duermo con Danny. Ya me ha contado lo que pasó anoche. –Dijo con un tono superficial.
-¿Lo que pasó anoche? ¿Entre Mel y él? –El asintió. –A, ya. Me acabo de enterar. –Sonreí a lo Georgia. –No, no busco a Danny, solo saber donde se ha ido Melanie.
-Se ha ido a buscar a Danny. –Me sonrió. Yo levanté las cejas.
-Está bien… -Me volví hacía atrás, buscando a Alice con la mirada. ¿Dónde se metía la gente?
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