viernes, 10 de febrero de 2012

capitulo 57

Sé acercó a mi, aún sin decir ninguna palabra, y me cogió suavemente de la cintura. Mi respiración se cortó durante unos momentos, al igual que la funcionalidad de mi cerebro, pero una vez volvieron en sí, mis brazos se apoyaron justamente por detrás de su cuello. Volví a notar aquel dulce aroma a coco.

-¿Habéis venido a Alemania vosotras solas? –Dijo con un susurró, y noté su aire en mi cara. Me puse un poco nerviosa.
-Sí… salimos de Londres dos horas después que vosotros.
-Estáis locas. –Rió. –Creía que no te volvería a ver hasta dentro de tres meses.

Y por eso me besaste, pensé. Sonreí tristemente y me encogí de hombros, apartando por fin la vista de él y mirando a través de su hombro. Nos mantuvimos varios minutos callados, mientras yo apreciaba cada roce de sus manos sobre mi cintura y su suave respiración sobre mi frente. Era un momento demasiado mágico.

-¿Cómo es que has venido aquí? –Le miré, y me frunció el ceño confundido. –Quiero decir; estabas con una chica antes.
-Oh, la has visto. –Apretó sus labios, pensando. –Entonces, ¿me habías visto antes y no habías venido a saludarme? –Me sonrió.
-Parecías ocupado. –Aguante mi rabia para que no me la notara. –Y no cambies de tema.
-Pues te vi, y vine a saludarte.
-¿Y me sacas a bailar?
-¿Preferías bailar con Pablo? –Se puso un poco serio, mirándome interrogativo.
-No es eso, es que cuando…
-No me has respondido. –Le miré, y noté como me pedía una respuesta. Suspiré y dije lo primero que se me pasó por la mente.
-No. –Admití.

Sonrió satisfecho. Noté como la música iba llegando a su fin. Cuando por fin hubo acabado, fui yo la que se separó rápidamente de Danny. No quería mostrarme débil delante suya. Él rió cuando me separé.

-El baile ya a acabado. Creo que va siendo hora de que busquemos a estos para irse al hotel.
-Está bien, vamos. –Dije rápida y comencé a caminar delante suya.

Fuimos hasta la barra, donde ya se habían reencontrado los otros. Pablo estaba apoyado con un codo sobre esta, y me sonrió cuando aparecí. Le devolví la mirada; era increíble que siguiera de tan buen humor después de que Dan le hubiera quitado un baile. Había poca gente como él.



Regresamos a pie al hotel. Mantuve casi todo el camino mi mirada fija sobre Danny, quien caminaba un poco más adelante mía, ignorándome hasta con las miradas. Este chico era increíble; no había quien le entendiera. Por suerte durante el camino hacía el hotel, Pablo inició una conversación conmigo. El camino hasta el hotel se hizo corto.
Entramos todos juntos, y nos paramos en la entrada. Había llegado el momento de compartir habitación, y yo lo hacía con Danny, sin que él supiera nada aún.

-Bien, según me ha contado Alice, cada pareja que duerma en una habitación. –Dijo Tom, mientras me mordía el labio y le miraba nerviosa. Él notó mi expresión. –Y tu Cady, -Me sonrió de lado, haciendo aparecer un hoyuelo suyo. –dormirás con Danny.
-¿Conmigo? ¿Por qué? –Parecía molestado. Perfecto.
-Lo he organizado así, -Tom se tiró todas las culpas, mientras me miraba dándome apoyo. Era el mejor. –si no duerme contigo, lo tendrá que hacer con Pablo.
-Por mi no hay problema. –Aportó mi amigo rodeándome por el hombro con un brazo.
-No, tranquilo. A mi no me molesta. –Su voz sonó sombría, y su aspecto era un poco serio. Dicho esto, empezó a andar hacía las escaleras. -¿Vienes, Cady?
-Si, ahora voy. –Me sonreí no muy segura de que estuviera cómodo, aunque resultaba imposible saber que le pasaba. Me liberé del brazo de Pablo. –Ya nos vemos mañana, ¿vale? –Danny ya había desaparecido.
-Está bien. –Dijeron todos.
-Cady, espera, te acompaño hasta la puerta. Te resultará difícil encontrar a Danny. –Dijo mientras le daba un beso a su novia. –Ahora voy.

Empezamos a cruzar pasillos y subir escaleras. Primero comentábamos el viaje y nuestra inesperada aparición, hasta que el tema llegó hasta nuestro querido amigo pecoso.

-Sé que te besó. –Susurró de pronto. Intenté que mi cara no cambiara de expresión, mientras seguía sin observarle. –No te besó por que sí, como hizo con Melanie.
-No me importa porque lo hizo. Solo pienso que no debería ir jugando con los sentimientos de las personas y besarlas así por que sí.
-He notado como le miras. –Me sonrió, mientras me ruborizaba. –Se nota que le amas.
-¿Yo? –Reí nerviosa. –No le amo.
-Lo que tú digas. –Carcajeó sin creérselo. –Danny es un inmaduro referido al amor. Nunca sabe lo que quiere, de modo que cuidado con él. Es capaz de volver a besarte solo para asegurarse de sus sentimientos, y aunque sepa que te ama, se negará a admitirlo. Es un cabezón.
-¿Y que debo hacer yo? ¿Esperar y dejar que me bese cuantas veces quiera? Soy muy sensible, no podría… hoy me ha impactado verle con la rubia esa. –Hice una mueca de asco.
-Danny creía que no te iba a ver hasta dentro de 3 meses, de modo que ha intentado dejar ese tema de sus sentimientos a un lado.. –Empezó a susurrar. Al parecer nos acercábamos a la habitación. –Juega con él, impídeselo. Cuando vea que te resiste, entonces luchará por ti. –Me guiñó un ojo. –Le conozco.
-Gracias Tom. –No pude evitar abrazarle. –Eres como un hermano para mi, de verdad. –Mis ojos empezaron a humedecerse. –Buenas noches.
-Que pases una buena noche. –Me dio un beso en la frente y se alejó poco a poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario