viernes, 10 de febrero de 2012

capitulo 36

-¿Dónde quieres dormir? –Me preguntó el, dándome paso hacía dentro de su casa.
-En el sofá mismo. –Dije yo un poco ruborizada.
-No vas a dormir en el sofá, Cady. –Me dijo como si fuera obvio. –Si quieres compartimos cama. –Me dijo con una sonrisa pícara, pensado yo mal, como no.


Salí del baño que estaba al lado del dormitorio. Dougie me había dejado un amplio pijama de  naves espaciales y cohetes. Era bastante mono, había que decirlo.
Fui hasta la cama y me metí en la parte derecha, tapándome hasta el cuello. Cerré los ojos para intentar dormirme antes de que viniera Dougie, pero me pareció que no cuando noté que unas pisadas rápidas se acercaban a la habitación. De repente, el rubio entró de golpe en el cuarto y se tiró sobre la cama, haciendo que yo diera un salto bastante alto.

-¡Doug, ten más cuidado! –Le pedí yo, volviéndome a colocar entre carcajadas.
-Siempre hago esto.
-Algún día te cargarás la cama.
-Ya me compraré otra. –Dijo el sonriendo y acercándose a mí.

Acercó su rostro al mio y me besó. Conforme pasaba el tiempo, fue aumentando la intensidad, y noté como posaba una mano por dentro de mi camiseta, en mi ombligo. Mi respiración se agitó por cada caricia que me daba, hasta que notaba que mi pantalón se desabrochaba. No podía hacerlo, no sabía porque pero aquel no era el día. Frené el beso con cuidado, y el se me quedó mirando de una extraña manera.

-¿Qué ocurre? –Me preguntó sin quitar la mano de mi estómago.

Me quedé pensando. No me sentiría muy cómoda si soltara un No me apetece, o No estoy preparada para hacerlo, no. Tardé varios minutos en reaccionar, y hablé cuando Dougie levantó las cejas para que emitiera sonido.

-Tengo la regla. –Dije lo primero que se me vino a la cabeza, y mi cara adoptó un blanco pálido. Dougie se quedó varios segundos pasmado, pero no tardó en echarse a reír.

-Haberme avisado antes, Cady. –Me tranquilizó entre carcajadas, quitándome la mano del estómago y apartándome el pelo de la cara.
-No me di cuenta. –Disimulé yo, riéndome yo también. Había colado.





Abrí los ojos de golpe y levanté mi cabeza de la almohada. El móvil había comenzado a sonar, y hacía que mi cabeza criticara de aquel sonido con duros pinchazos. Miré a mi lado; Doug no estaba allí. Cogí mi móvil de mala gana y miré a la pantalla de Motorola. El nombrecito de Danny y una foto de el resaltaba. Descolgué y me puse el móvil en la oreja.

-¿Danny? –Susurré yo, asegurándome de que era el.
-¿Te he despertado? –Dijo carcajeando. Yo reí con ironía. –Hay que madrugar, Cady.
-Dime para que me has despertado. –Le dije sentándome en la cama.
-Bueno, voy a hacer en mi casa una comida de parejas.
-¿De parejas? –Me extrañé yo.
-Si Cady, de parejas, has oído bien.
-¿Estas con…? –No me acordaba del nombre, pero sonó más a suspense.
-No, pero hoy le pediré ser mi novio. –Dijo el, y no hizo falta verle la cara para saber que sonreía. A mi simplemente se me dibujó una triste sonrisa.
-¿Y quien ira?
-Izzy y Harry, Doug y tú, Tom y nosotros.
-¿Tom solo?
-¿Con quieres que vaya? –Me preguntó como si fuera obvio. –No estaba muy seguro de invitarle, tal vez se sienta incómodo.
-Probablemente Danny. Es que no piensas. –Reí y el me imitó, pero no con muchas ganas.
-Mierda, ya le había dicho que acudiera. ¿Qué hago?
-¡Que me dices a mi!
-Venga Cady, ¡ayúdame! –Me pidió.
-Está bien… -Me quedé varios segundos pensativa. –Llama a Alice y dile que llame a Tom y que salgan a comer juntos.
-Tom no cancelará la comida.
-Pues que le diga Alice que estará ahí solo. –Sonreí, y según noté en el tono de Danny, el también.
-Buena idea, Cady. Creo que voy a llamarla. A las 12.00h en mi casa, ¡puntual!
-Si mi capitán. –Dije yo riendo, y el colgó el teléfono. Yo me quedé en silencio, añorado ya la ronca voz de Danny, y no hacía ni un minuto que había hablado con el. ¿Qué me pasaba últimamente con él?

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