-Yo te presto una camisa mía. –Dijo Danny mientras yo levantaba una ceja. –He sido yo el que te ha mojado y por mi culpa estás así. –Se acercó a mí y me cogió de la mano mientras me arrastraba hasta dentro de los vestuarios de los jugadores. –No te voy a comer, entra, tranquila. –Dijo mientras me sonreía.
Me mordí el labio inferior sin muchas ganas de entrar, pero acabé accediendo. Una gran sala llena de taquillas me rodeaba, y seguí al pecoso hasta pararnos en una, la cual estaba llena de fotos de Bruce Springsteen, también de Tom, Doug, Harry y Danny juntos, y de el junto a una chica rubia. Supuestamente sería su novia. También había fotos en las que ponía McFLY. Me pregunté que significaría aquello.
Abrió su taquilla y empezó a sacar matojos de ropa de ella. De entre aquello, sacó una camisa grande gris y me la pasó. La cogí con una mano mientras me quedaba mirándole.
-Ponte esto, te sentará bien. –Dijo mientras sacaba del montón otra camisa a cuadro y se la ponía por debajo de los hombros y guardaba el matojo de nuevo en la taquilla. –Supongo que querrás intimidad, ¿no? –Levantó ambas cejas mientras sonreía pícaramente. –Pero no pasa nada si te cambias delante mía, ¿eh?
-No gracias. –Le dije mientras le sonreía sarcásticamente. -¿Dónde me cambio?
-Aquí mismo. –Levanté une ceja. –Tranquila, ahora salgo. –Se quitó su camisa rápidamente mientras me sorprendía.
Supongo que aquel chico no parecía tener vergüenza. Había que admitir que tenía un abdomen y pecho increíble y trabajado, aunque se podían diferenciar también un montón de pecas. Intenté que no se notara el color rojizo que había adoptado dando media vuelta. Esperé a que terminara de vestirse.
-Ya puedes ver, tranquila. –Me dijo mientras me volvía a girar. –Yo no tengo vergüenza a cambiarme delante tuya.
-Ya se ve. Pero apenas me conoces.
-Pero me has caído bien. –Me volvió a sonreír mientras se dirigía a la puerta. –Date prisa.
Saqué mi lengua en señal de burla hacía la puerta y suspiré. No me fiaba mucho de aquel lugar, yo era así de desconfiada. ¿Y si habían cámaras?
Venga Cady, no seas tan dramática. Cámbiate ya y termina de una vez.
Zarandeé mi cabeza para olvidar el tema y comencé a cambiarme.
…
-¿Lista? –Dijo Harry cuando salí de la habitación dos minutos después. Asentí con la cabeza. -¿Dónde os apetece ir?
-Paseemos tan solo. –Dijo Tom mientras se encogía de hombros. –Me apetece caminar.
-Está bien. Pues caminemos.
…
-Habladnos de vosotras. –Pidió Doug tras haber asustado a un gato callejero.
-¿De nosotras? Muy bien, ¿Quién empieza? –Dijo Alice divertida.
-Hazlo tu Alice. –Dijo Tom mientras su hoyuelo aparecía. –Yo ya te conozco, pero ellos no.
-Está bien… Pues bueno, soy Alice, por si alguien no se acuerda de mi nombre. –Dijo divertida mientras todos lanzamos una carcajada. –Y bueno, soy de España, pero vivo aquí desde hará dos años, nada más hacer los diez y ocho.
-¿Y te gusta Londres? El clima cambia de España a Reino Unido.
-Adoro Londres. No se, no me gusta mucho el calor. Prefiero la lluvia antes que el sol, sinceramente. –Se encogió ella misma de hombros. –Y bueno, conocí a Thomas Michael Fletcher un día en que perdió a su querido Marvin y lo encontré. Y desde entonces, bueno, hemos mantenido la amistad.
-¿Marvin? –Pregunté yo confusa.
-Es mi gato. –Me dijo Tom sonriendo.
-Entiendo… -Dije pensativa.
-Ahora háblanos de ti, Cady. –Pidió Harry mientras salía de los pensamientos y me ponía nerviosa.
-De mí… vale. Pues soy de Wembley, pero hará apenas unos meses que me mudé aquí a Londres con mi hermano, Jack. Tengo diez y ocho años, y supongo que soy la más pequeña de aquí… -Levanté las cejas. –Que incómodo.
-No tranquila, me haces sentir bien. Normalmente suelo ser yo. –Dijo Doug mientras sonreía. Eso hizo tranquilizarme. -¿Y tu Mel?
-¿Yo? Pues también era de Wembley pero seguí a Cady y Jack. No hubiera podido soportar no ver día a día a esta pelirroja. –Me miró con asco. –La quiero demasiado.
-Que mentirosa… -Dije con gracia.
-Ya lo sé. –Soltó una carcajada. –Y bueno, yo tengo diez y nueve años, uno más que Cady. Me llevo de culo con su hermano, es un arrogante y me tiene manía de toda la vida. –Suspiró. –Y bueno, la gente suele considerarme algo freak y rara, pero no se, yo no me veo rara, solamente me veo…
-…guay… -Terminó Doug sonriendo.
-Si, exactamente. Guay, soy guay. –Dijo Mel sonriendo y quedándose mirando fijamente a Doug. –Lo has clavado.
-Lo sé, yo pienso eso. No soy raro, soy guay.
-Doug, no empieces… -Dijo Harry advirtiéndole.
-Ahora, habladnos de vosotros. –Dije yo mientras me entraba la curiosidad.
-Pues bueno… que decir. –Dijo Danny sonriendo. –Somos mundialmente famosos, ¿sabéis? Ahora mismo, miles de personas morirían por ser vosotras.
-¿Por qué?
-¿Enserio no nos conocéis? –Las tres negamos con la cabeza. -¿No habéis oído hablar de Mcfly?
-¡Yo sí! –Dijo Melanie gritando. –De regreso al futuro.. ¡Me encanta esa peli!
-Bueno sí, en parte. –Dijo Danny riendo. –Trabajamos en una discográfica tocando. ¿Enserio no nos habéis oído nunca?
-¿Tocando música? –Dijo Melanie incrédula. Ellos asintieron. –No puede ser… si fuera así ahora mismo se hubiera acercado alguna fanática loca a pediros autógrafos y fotos.
-Fíjate Mel, ahora este barrio está algo fantasma. –Dijo el pecoso señalando a su entorno. –Pero si nos vamos al centro de Londres seguro que se acerca alguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario