-Daisy, -Se sorprendió Alice, la que parecía pensar más. -¿no querrás decir que vayamos nosotras a Alemania, no?
-No es tan mala idea. –Sonrió pidiendo apoyo. –Es la única forma de poder irnos con ellos. Eso, o quedarnos sin verles durante 3 meses.
-Es buena idea, sí. –Dije yo, pensando oposiciones. –Pero hay que comprar billetes, y puede salir el vuelo uno o dos días después que el suyo. Para cuando llegáramos, ya sería tarde.
-Exacto, -Me apoyo Mel, y ahí nuestras miradas coincidieron. Durante un segundo se nos acumuló demasiada tensión. –además, según me ha contado Dougie, -Me volvió a mirar de reojo, nerviosa por si me ofendía. Pero no fue así; simplemente sonreí por ella. –la primera noche que estén en Alemania tienen un baile, y no tenemos hotel donde dormir.
-Haber, -Aclaró Alice, pidiendo silencio. –acudiríamos al baile, ¡y antes de que hables, Alice! –Le hizo un gesto para que no la interrumpiera. –sé que no tendremos traje formal ni nada por el estilo, pero cualquier vestido sobra. –Nos guiñó un ojo. –La noche la pasaríamos junto a nuestras parejas, ya que ellos duermen en habitaciones diferente, y…
-Pero, -interrumpí yo. –yo no tengo donde dormir.
-Con Danny. –Dijo como si fuera obvio la castaña de mechas.
-¡Pero no soy novia ni nada por el estilo de él! No puedo dormir en una misma cama con él.
-Da igual, os gustará. –Quitó importancia Alice, haciendo como si no fuera nada. Yo me quedé con los ojos casi salidos de su órbita.
-Como decía antes de que Cady me interrumpiera, -Me miró de reojo. –los billetes… -Nos sonrió, mientras agachaba la cabeza. –Ya los tengo, de modo que no podéis negaros.
-¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? –Exclamamos las tres, haciendo que el local entero callara y nos mirara.
-¡Dejad de hacer el cuadro, no es para tanto! –Susurró Daisy, avergonzada. –Fui esta mañana y los compré. Pensé que si alguna se negaba a ir, no tendría más remedio. –Nos sonrió esperanzada.
Todas nos quedamos calladas. Nos envolvimos en nuestras burbujas de pensamientos, pensando en el viaje y en las consecuencias que nos llevaría. Yo no tenía idea de cómo comunicarle mi repentino viaje a mi hermano. Perfecto.
-Yo no tengo familia aquí, de modo que vale. –Habló primera Melanie, confirmando su aprobación.
-Yo tendré que decírselo a mis padres, pero me entenderán. También voy. –Alice también se unió. Todas me miraron, presionándome para que eligiera.
-Tengo un problema con mi hermano, ya que me trata como un padre, y dudo de que apruebe mi idea de ir a Alemania con amigas, pero tengo la ventaja de ser mayor de edad. –Sonreí, asintiendo. –Me uno yo también.
…
-Se está haciendo demasiado tarde. –Me susurró con cuidado Danny, después de haber pasado toda la larga tarde charlando.
Eran casi las siete. Nos habíamos sentado toda la tarde en el escalón de la acera de delante de mi casa, ya que no sabíamos donde ir. Una brillante y preciosa capa de estrellas cubría el cielo, haciendo que el momento de despedida fuera más perfecto, por lo menos, para mi. Ni Danny ni ninguno otro de los chicos de la banda aún no sabía que íbamos; iba a ser una sorpresa, así que intenté mostrar toda la tristeza que pude fingir.
Me miró a los ojos, los cuales brillaban más que nunca gracias al cielo. Miles y miles de mariposas empezaron a moverse por mi estómago, haciendo que me pusiera nerviosa con solo su mirada. Sonreía, aunque la alegría no llegaba a sus ojos azul marino.
-Te acompaño hasta la puerta. –Dijo mientras se levantaba y me ayudaba a mi también ha hacerlo. Caminamos lentamente hasta mi umbral, y nos quedamos allí, mirándonos como tontos. –No quiero que llegue mañana. –Admitió con tristeza. -¿Nos acompañarás por lo menos al aeropuerto, junto a las otras?
-Desde luego. –Le confirmé yo, sonriéndole.
Por la mente de Danny pasó un curioso momento que había vivido esa misma mañana con Tom.
Flashback Danny:
Subió con Tom a su mini azul, mientras el rubio arrancaba el motor para llegar a la discográfica. Una vez se puso en marcha, la curiosidad le llegó.
-Danny, una cosa. –El pecoso le miró dudoso. -¿Por qué te interesaste tanto en que Cady te acompañara a Alemania?
-¿Interesarme? –Rió nervioso. –No, simplemente… quería que fuera.
-¿Por qué?
-No lo sé Tom. -Admitió agobiado. –Supongo que no quiero dejar de verla estos 3 meses.
-Danny, -El rubio le sonrió. -¿no será que te está empezando a gustar Cady?
-¡Que cosas dices! –Exclamó Danny, con la pregunta en la mente. –No me puede gustar Cady, no…
-Yo no estaría tan seguro. –El rubio del hoyuelo rió por la duda de Danny. Sin duda él sabía la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario